El espacio exterior ha sido representado de mil maneras distintas en la ciencia ficción a lo largo de los años. Desde conflictos galácticos con todo lujo de detalles y un amplio despliegue de efectos especiales, a obras focalizadas en aventuras desenfadadas con razas alienígenas creativas y en ocasiones aterradoras. Sin embargo, una parte concreta del género se focaliza en plantear el futuro de la humanidad en las estrellas desde una perspectiva más contemplativa, más realista incluso, donde se enfatiza la fragilidad de la raza humana ante lo insoldable y cuasi infinito del universo. Obras como la premiada Interstellar de Nolan o Gravity de Cuarón, así como The Martian de Ridley Scott, tienen en común una representación más vulnerable del ser humano, cómo lucha por sobrevivir en condiciones extremas, y en muchas ocasiones en una completa e incómoda soledad.
No menciono todas estas obras en vano, pues son sin duda inspiraciones directas para el juego que nos ocupa en este análisis, el cual ha tenido su propia odisea particular desde su concepción como Kickstarter hasta el producto final que ha entregado KeokeN Games en 2019. Tras conseguir recaudar su objetivo de financiación hace varios años, lo cierto es que este no es el primer lanzamiento de Deliver us The Moon, ya que fue lanzado en Steam en 2018 con el sobrenombre «Fortuna”. Sin embargo, esencialmente se trataba de un producto incompleto, ya que finalizaba en un cliffhanger que dejaba totalmente en el aire la conclusión de su prometedora historia y tiraba por tierra su prometedora premisa y planteamiento. Los creadores prometieron que sería ampliado gratuitamente, y, tiempo después, cumplieron con un lanzamiento, ahora sí, completo, pulido, y llevando a buen término las promesas que les llevaron a obtener apoyo en primer lugar.